«Le haría preguntas. Preguntas que él no podía responder. No en voz alta.»
«Silencio. El mundo contuvo la respiración.»
«Decía que el mundo podía tratar de quitártelo todo una y otra vez. Pero que, al final, tú tenías que entregarle tu orgullo.»
«Una madre con trabajo es una heroína para alguien.»
«[…] moviendo la cabeza a manera de saludo como hacían todos los niños. Callados y desconfiados al principio. Como cualquier manada.»
«”No hay que confundir la amabilidad con la debilidad”»
*Confía, pero verifica.*
«Lo único que oía eran los susurros y cuchicheos de esas buenas católicas que la veían como una madre trabajadora (o sea, como basura).»
«Podía soportar que su madre pensara que era tonto, pero no se arriesgaría a que pensara que estaba loco.»
«Camarera, ¡puedo ver el fondo de mi vaso y aún puedo recordar los problemas que tengo!»
«Algunas personas nacen para hablar. Otras para escuchar. Y cuando ambas se encuentran es maravilloso.»
«Mientras hablaba, notó que todos estaban en silencio. Sus oídos le pertenecían.»
«No quería preocuparlo. Y eso era algo que siempre lo preocupaba.»
«Algunas personas son más honestas fingiendo que otras siendo auténticas.»
«A veces la palabra madre tiene la capacidad de asfixiar.»
*Como una canción para los esclavos encadenados.*
«En realidad, envejecer no es para los débiles.»
«Dios lo mantenía vivo por alguna razón que sólo Él sabía. Por un propósito o por un castigo. O por ambos.»
«Ella esperó. Que sea un hombre. Que dé el paso.»
«[…] y se pasó el resto del día sintiéndose aceptablemente bien.»
«[…] las personas son ellas mismas cuando no saben que alguien las está observando.»
«El frío del otoño se les colaba en los huesos mientras sus mentes vagaban en los grandes pensamientos que tienen los niños pequeños.»
«[…] solo recuerda… que podemos tragarnos nuestro miedo o dejar que nos devore.»
«Él esperaba que le gritara. O que lo abrazara. O que estuviera enfadada. O triste. Pero hizo lo peor que hubiera podido hacer. Nada.»
•
«Christopher no dejaba de disculparse, pero ella no decía nada. No era para castigarlo, sino para recuperar su situación de poder.»
«Sus reglas seguían siendo blanco y negro. No podía permitirle que pasara al gris.»
«Los silbatos para perros tienen una frecuencia que sólo ellos pueden escuchar. Quizá también hay algo que sólo los perros pueden ver.»
«No podía verlo, pero podía sentirlo, igual que el perro de su capitán oía el silbato.»
«Y la familia tuvo que encontrarle un sentido en lugar de respuestas.»
«Sospecha era una palabra demasiado fuerte para la expresión en sus ojos. Pero se trataba de una prima muy cercana.»
«Tenía que emborracharse antes de que la sobriedad la volviera loca.»
«¿Por qué los chicos se comportan como chicos?»
•
«¿Por qué no pueden darse prisa y convertirse en hombres?»
«[…] las arrugas volvían a rodear sus ojos y su boca. Esas líneas profundas que había labrado a base de fingir una sonrisa durante toda su vida.»
«[…] las personas temen que la tragedia sea contagiosa.»
«En aquella época, lo que se hacía en una sala de estar esa eso, estar. Sin televisión.»
«Silencio. Y Christopher no confiaba en el silencio.»
«Algunos perros reciben tantos golpes que ya no saben hacer nada más que prepararse para recibirlos.»
«Trágate tu miedo o deja que tu miedo te trague.»
«La señora Henderson estaba pensando tan a gritos que no entendía cómo él no la oía.»
«SOY UNA MALDITA MUJER HERMOSA Y MEREZCO TU MALDITO RESPETO.»
«Hay pocas situaciones en la vida en las que todos ganan.»
«Por un momento se preguntó si el eco en realidad se apaga en algún momento, o si sólo se vuelve imposible de oír. Como un silbato de perro. Siempre presente. Siempre a nuestro alrededor. Eternamente.»
«La lástima no sobrevive. La gente sí.»
«¿Orinar en un palito? Casi le dieron ganas de llorar. Era tan asqueroso… ¿Por qué todo lo relacionado con el cuerpo de una chica era tan denigrante? Los chicos se mantienen limpios y secos.»
«—Qué tetas tan bonitas —dijo.
La madre de Christopher sabía cómo tratar a los tipos peligrosos. Sólo había una forma de manejar a un hombre así.
—Mira, tarado. Si tocas cualquier cosa que esté cerca de mi hijo, te rompo las manos.
El hombre la miró directo a los ojos.
—Puta.
—Y a mucha honra —dijo ella sin expresión alguna.»
«Ya había estado antes en situaciones así. Y había tenido que aprender. Y había aprendido.»
«No has hecho nada mal. Kate. No es culpa tuya. Sólo debes enfrentar el problema.»
«Pero cuando las cosas se ponían peligrosas, sabía que la opción más inteligente era huir.»
«Si estás en la guerra, busca a un soldado.»
«Como la mayoría de los católicos, pasó de 0 a 100 en 60 segundos en cuanto alguien le encendió el motor.»
«¿Quién se queda quieto mientras el mundo se acaba a su alrededor? Malditos idiotas.»
«No sabía exactamente qué, pero tenía algo que lo hacía sentirse invencible. Así que decidió ponerlo a prueba.»
«Su imaginación era el límite de su poder. Y pensó que por eso […] necesitaba a los niños, puesto que a los adultos se les da mal recordar lo poderosos que pueden ser porque en algún momento empezaron a avergonzarse de su imaginación.»
«No tenía forma de saber que no importa lo mayores que se sientan los hijos, para sus padres siempre serán pequeños.»
«Toda la culpa que había sentido había sido sólo una preparación para ese momento.»
«Sé una víctima o sé una luchadora, […]»
«[…] es fácil que los hombres se maten entre ellos por un territorio que sólo le pertenece al tiempo.»
«La calma había terminado. Y llegaba la tormenta.»
«Pero ya no tengo miedo, porque el infierno y el cielo no son destinos, son decisiones.»
«Su madre decía que, cuando algo malo pasa, debes pensar en lo peor. Si se te pincha una rueda, es porque Dios te está salvando de un accidente fatal veinte segundos después.»
«Le recordó la vez que vio una vieja película sobre el circo con su madre. Había un bebé elefante atado a un poste con una cadena de hierro. El elefantito luchaba por liberarse, pero la cadena no se rompía. Pero había también un elefante adulto atado a un poste con una cuerda normal y corriente. Christopher le preguntó a su madre cómo era posible que la cuerda mantuviera al elefante atado y ella le explicó que los encadenaban de bebés hasta que se daban por vencidos. Los elefantes creen que ese pedazo de cuerda sigue siendo una cadena.»
*salvar un mundo que le había fallado*
«Las sombras no daban miedo, eran la prueba de que la luz existe.»
«Hay un final para todos. Que sea feliz o no depende de cada uno.»
Kate Reese es una madre soltera que escapa de una relación de abuso para empezar desde cero en el pueblo Mill Grove, junto a su hijo de siete anos, Christopher.
Pero Mill Grove no resulta ser ese lugar seguro que cree: Christopher desaparece en un bosque cercano, donde hace cincuenta años tuvo lugar otra desaparición similar de un niño que nunca fue resuelta.
Seis días después de su desaparición, Christopher aparece, sin un rasguño, pero no es el mismo. Guarda un secreto: una voz en su interior le alerta de una tragedia que esta a punto de ocurrir y que sacudirá todo el pueblo. La voz de este nuevo amigo también le dicta una misión: construir junto a sus amigos una casa en un árbol en el bosque, que le permitirá a este amigo escapar de la prisión donde lleva encerrado muchos años.
Sin saberlo, Christopher, Kate y resto de los habitantes de Mill Grove estan destinados a jugar un papel en una batalla entre el bien y el mal que los llevara a luchar por sus propias vidas.
Prólogo = adrenalina total, me ha dejado conteniendo la
respiración y los músculos en tensión. King me hace lo mismo durante las
persecuciones en IT.
Al ser capítulos cortos no te deja aburrirte, la intriga te
hace querer seguir.
La parte de la TV me ha recordado a The Ring y a IT… Tensión.
Tiene muchos momentos Pennywise – Freddy Krueger inquietantes
de verdad, me encanta.
Es un libro largo (+700) pero no aburre en ningún punto, es adictivo
de principio a fin, algo muy difícil. Y es una delicia que ese entretenimiento
adictivo dure tanto.
Cada nueva “revelación” me ha hecho volver sobre el texto a
puntos concretos para releerlos desde el nuevo punto de vista. Pero algunos
giros son dobles y, lo que creías que era al revés, es más enrevesado aún. ME
ENCANTA.
(Pero si incluso tiene referencias religiosas, lo tiene TODO.)
La reflexión que te deja al final es extremadamente profunda y
cierta. Es más fácil darse cuenta en los demás pero, al final, TODOS TENEMOS
LOS OJOS COSIDOS.
En resumen: uno de mis libros favoritos del año y de todos los
tiempos. Lo recomendaría especialmente si te gusta It, Stephen King (porque
sigue la misma línea) y los libros de terror con una trama enrevesada llena de
mentiras y giros drásticos.