LA FALACIA DEL EUREKA->
«[...] trata de manipular al objetivo para que "descubra" la información que queremos que crea. Se trata de darle un buen motivo para que se trague nuestra mentira. Se trata de conseguir que quiera creer en nosotros [...] Hay una tremenda verosimilitud en los hechos que una persona cree que ha descubierto. Cuando su objetivo cree que sabe cosas sobre usted que usted no quiere que sepa, esas cosas le parecerán doblemente ciertas. Cuando piense que ha penetrado bajo su capa superficial, verá lo que descubra en esa capa más profunda como la verdad real. [...] Es una peculiar ilusión que da total credibilidad a lo que cree que ha descubierto por sí mismo.»
⤷ Esto es interesante. Según esta premisa, por naturaleza (y por lo general) el ser humano tiende a ser desconfiado, sobre todo con los desconocidos. Por eso mismo, tendemos a dudar sobre las cosas que los desconocidos cuentan, y a creer por defecto que la verdad es algo que nos intentan ocultar y que si somos capaces de descubrirla por nosotros mismos, eso nos convierte en más inteligentes que el extraño del que desconfiamos.
Claro, esta teoría tiene más sentido en el contexto de un policía infiltrado en una organización criminal (como es el caso), pero: en la vida cotidiana y mundana, ¿cuánto tiene de verdad?
Porque, si no nos conocemos, ¿qué razones tiene un desconocido para mentir? En la vida “real” y normal, si desconfiamos de alguien (por muy desconocido que sea), el problema lo tenemos nosotros por prejuzgar a alguien pensando que nos miente. Entonces somos desconfiados, recelosos, susceptibles, malpensados… No obstante, si esa persona de la que desconfiamos nos ha demostrado antecedentes de mentiras, es normal que no seamos tan ingenuos a la hora de creernos a pies juntillas todo lo que diga. Y en este caso, la teoría sí podría funcionar. Si la persona de la que ya recelamos sabe que lo hacemos y quiere engañarnos, fingir que quiere ocultar la verdad y hacernos creer que la descubrimos por nosotros mismos, es una táctica muy inteligente.
Se trata de ESTRATEGIA, una estrategia que manipula al contrario convenciéndole de que la verdad es la mentira, haciéndola pasar por secreto.
LA TRAMPA DE LA EMPATÍA->
«[...] la empatía es, en esencia, un defecto de frontera, que los sentimientos de empatía que los seres humanos tienen unos con otros son en realidad efecto de la confusión. Su tesis era que nos preocupamos uno del otro, porque en alguna parte del cerebro no logramos distinguir entre el propio yo y el del otro. Llevó a cabo un experimento elegantemente simple en el cual los sujetos observaban a un hombre pelando una manzana.
Mientras la estaba pelando, la mano del hombre parecía resbalar y el cuchillo le cortaba el dedo. Los sujetos eran grabados en vídeo para realizar un análisis posterior de sus reacciones al corte. Prácticamente, todos los sujetos se estremecieron de manera refleja. Solo dos de los cien no tuvieron ninguna reacción y, cuando se hicieron test psicológicos a esos dos, revelaron características mentales y emocionales comunes con los sociópatas.
La opinión de Scott era que estremecerse durante una fracción de segundo cuando alguien se corta es porque durante ese tiempo no somos capaces de distinguir entre esa persona y nosotros mismos.
En otras palabras: el límite del ser humano normal es imperfecto de la misma manera en que el del sociópata es perfecto. El sociópata nunca se confunde a sí mismo y sus necesidades con las de otra persona y, por consiguiente, no tiene sentimientos relacionados con el bienestar de los demás.»
«[...] otro factor que genera credibilidad, otra forma de hacer que nuestra mentira suene sincera: capas de detalles inusuales, asombrosos e incongruentes.»
⤷Tiene sentido. Lo que caracteriza a la verdad es, valga la redundancia, que sea veraz, real, creíble. Lo que caracteriza a la mentira suele ser la falta de detalles, o el exceso de ellos, pero más que nada es el mentiroso el que suele delatarse.
Para generar credibilidad, como dice, uno de los factores es dar detalles inusuales, detalles sin importancia que solo darías si fuera verdad. También detalles que distraigan de la mentira en sí, que le quiten importancia a la mentira que queremos hacer creer.
Otro factor del que habla más adelante es el de utilizar una parte de verdad en la mentira, para hacer más fácil el acto de mentir. Para engañar al cerebro diciéndole que en parte es verdad.
Es diferente ser buen mentiroso que saber mentir. Quien sabe mentir sabe qué tiene que decir para que le crean. Un buen mentiroso sabe ACTUAR. Esta teoría une las dos.