«[…] miraré atrás y recordaré lo que creía entender a esa edad y me daré cuenta de la cantidad de cosas que se me escapaban.»
«Siempre existe un después, eso lo sé ahora. Al menos hasta que morimos. Supongo que a partir de entonces todo será antes.»
*a veces la verdad es un auténtico asco *
«Yo creo que las personas que dicen que la vida es una consecuencia de las decisiones y los caminos que tomamos son unos cantamañanas.»
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«Cuando el dedo caprichoso del destino te señala, todos los caminos llevan al mismo sitio, eso es lo que creo yo.»
«Sus pensamientos no se ahogaban en la sangre de un vaso cerebral reventado, pero se ahogaban de todos modos.»
«[…] a los adultos les cuesta una barbaridad creer y te explicaré por qué. Cuando de pequeños se enteran de que Papá Noel es un farsante, de que Ricitos de Oro no es una niña real y de que el Conejito de Pascua es una soberana gilipollez […], les entra una especie de complejo y dejan de creer en lo que no pueden ver con sus propios ojos.»
«No era el momento de hacerse el gracioso y, aparte, es como dice siempre mi madre: a nadie le gustan los listillos.»
*que la gente no te crea te beneficia*
*y la realidad volvió a imponerse*
*era un mero insecto en el gran esquema de las cosas*
«”No solo de pan se vive y la venganza no paga las facturas”.»
*(no cuenta como alardear si es verdad)*
«Una de las peores cosas de ser niño, quizá la peor de todas, es el nulo caso que te hacen los adultos cuando se enzarzan en sus movidas.»
*el odio persiste con mayor intensidad y durante más tiempo*
«Por lo visto, habían decidido permitir que los lunáticos dirigieran el manicomio.»
«Sé que dicen que no se puede añorar lo que no se ha tenido nunca, y hay parte de verdad en ello, pero sabía que añoraba algo.»
«No creo que el mundo comience a definirse con nitidez hasta los 15 o 16 años; hasta entonces, uno acepta lo que tiene y se las apaña como puede.»
«Las mamás, si son buenas, conocen los miedos de sus hijos.»
«Me sorprendieron la naturalidad con la que hablaba y la fluidez con la que mentía. No supe decidir si me producían asco o admiración. Supongo que un poco de cada.»
«—Pregúntame si me importa una mierda, anda.»
«[…] y me sentí fatal, aunque yo no hubiera tenido la culpa de nada. Creo que solo tu madre puede hacer que de verdad te sientas como hundido en el fondo de un pozo de mierda.»
*no cuenta como paranoia si es verdad*
«Te diré una cosa: la peor parte de crecer es cómo te hace callar.»
«Esa era una idea que, una vez concebida, no se podía desconcebir.»
*toda acción humana deriva de un motivo y una oportunidad*
*No tengo sino tiempo*
«Ya casi ni me importaba, porque el alivio por habérmelo sacado todo de dentro era inmenso.»
*El hombre era viejo; sus ojos, no.*
*Ahora sé más, pero creo menos.*
«Si tenemos libre albedrío, el mal solo puede entrar si lo invitas.»
«Y cualquiera que necesite decir que no tiene miedo miente.»
«La fuerza de la costumbre es cabrona, ¿eh?»
«Las creencias son un gran obstáculo que superar y diría que para la gente inteligente se vuelve incluso más gigantesco. Porque la gente inteligente sabe mucho y eso quizá les lleve al convencimiento de que lo saben todo.»
«En determinadas circunstancias, incluso el mejor de los perros puede revolverse y morder a su amo.»
«Había pensado en mentir, como si quizá con eso fuera a ahorrarle algún sufrimiento, pero quizá, al contrario, la hiciera sentir mejor.»
«Mayor, más alto, y quizá más sabio, pero aún la misma persona. Cambiamos y no cambiamos. Me resulta imposible explicarlo. Es un misterio.»
«[…] aquello no me rompió el corazón, pero me lo estrujó un poco.»
*si intentas escapar de tu propia sombra, estás destinado a caerte de bruces*
«Lo dudo fue otra de las cosas que no dije.»
«¿Qué te parece? Un sueño imposible,[…]»
«Esto era distinto, pero también era igual.»
«—Los libros son la magia más portátil que existe.»
«—Es como cuando se me caía un diente de leche —dije—. Tengo un agujero y no dejo de notarlo.»
Jamie solo quiere tener una infancia normal. Sin embargo, nació con una habilidad sobrenatural que su madre le insta a mantener en secreto y que le permite ver aquello que nadie puede y enterarse de lo que el resto del mundo ignora.
Cuando una inspectora del Departamento de Policía de Nueva York le obliga a evitar el último atentado de un asesino que amenaza con seguir atacando incluso desde la tumba, Jamie no tardará en descubrir que el precio que debe pagar por su poder tal vez es demasiado alto.
El “aviso” del principio es genial, te lo recuerda durante todo el libro y te hace sonreír cada vez que lees la palabra “después”.
El final… Mentiría si dijera que no me ha dejado “a medias”, esperaría una continuación sin lugar a dudas, si no… No terminaría de entenderlo como un libro independiente (además de que te deja con ganas de más).
Y Dios, la revelación del secreto del final… Marca de la casa de King, sin duda, nada sutil… Jajajaja