“Si uno las narra hasta el final, todas las historias acaban con la muerte. Quien las priva de ello no es un buen narrador.” —ERNEST HEMINGWAY
“Es imposible observar algo sin modificarlo.” —Principio de incertidumbre, HEISENBERG
«La intuición y la experiencia les permitían introducirse en el alma de otros seres humanos y sacar a la luz los misterios de su psique.»
«Temía que los dos estaban a punto de demostrar el aforismo de Nietzsche respecto del abismo: “Cuando miras largo tiempo el abismo, el abismo también mira dentro de ti”.»
«La mayoría de la gente cree que el sueño es el hermano mayor de la muerte, cuando en realidad es su mayor adversario. La antesala de la eterna oscuridad no es el sueño, sino el cansancio: esta es la flecha que nos dispara la parca, firme y segura, noche tras noche, la flecha que el sueño trata de arrancarnos con todas sus fuerzas. Pero por desgracia está envenenada y, por más que el torrente onírico intente eliminar el veneno, siempre queda un resto. Cuanto más envejecemos, tanto más difícil nos resulta levantarnos por la mañana con la sensación de haber dormido bien y haber descansado.»
«Por supuesto que, como psiquiatra, sabía que la paranoia no es una flaqueza sino una enfermedad, por lo que uno debería someterse a terapia.»
«Las personas no afectadas a menudo se enfrentan con desconfianza a quienes sufrían una enfermedad psíquica. […] solo porque no sabían nada de los demonios que anidan sobre todo en las almas sensibles para susurrarles al oído sus carencias, justo en el instante de mayor felicidad. Quienes gozaban de buena salud mental le aconsejaban a un depresivo que no estuviera siempre triste, y a los paranoicos […], que no se pusieran así y no corrieran a comprobar si la puerta estaba cerrada solo por haber oído un crujido. Pero eso era como aconsejarle a un hombre que se ha roto el fémur que corra una maratón.»
«El miedo corroe el alma y ahueca a la persona, al tiempo que se alimenta de la vida de sus víctimas.»
«El problema de las enfermedades psíquicas consistía en que resultaba imposible diagnosticarlas uno mismo. Pretender que el cerebro se entendiera con el propio cerebro era como esperar que un cirujano manco se volviera a coser su propia mano. Eso no funcionaba.»
«Pero esa idea también podía ser un razonamiento protector, ¡que ella se obligaba a creer!»
«[…] aunque había perdido sus capacidades de comunicación social, no había perdido todo vínculo con la realidad.»
«Hasta ese día por la mañana, el mundo que se extendía más allá de su casa le había parecido un océano tempestuoso a cuya orilla permanecía de pie sin saber nadar, y ahora estaba a punto de aventurarse mar adentro.»
«Había pasado súbitamente al modo huida, olvidando el cansancio y pensando con claridad: […]»
«Una única palabra bastó para arrojar su amistad al cubo de la basura y cerrar la tapa.»
«Una de las primeras cosas que aprendió de los cursos de Psiquiatría era el significado de “paranoia”, que procede del griego y cuya traducción más precisa es “contrario a todo juicio sensato”.»
«[…] hablaba con rapidez, con esa mezcla típica de excitación y vergüenza de las personas solitarias cuando tras mucho tiempo por fin encuentran la oportunidad de conversar con alguien, aunque se trate de un absoluto desconocido.»
«El pánico era como un monstruo nocturno invisible: incluso tras comprobar que no se ha escondido en el armario o bajo la cama, uno permanece tendido en la cama con el corazón palpitante en medio de la oscuridad, incapaz de creer que allí no hay nada.»
«Solo había dos respuestas: sí o no, correcta o incorrecta, pero no disponía de tiempo para sopesar los pros y los contras.»
«En las últimas semanas había aprendido una lección amarga: lo mucho que debían de sufrir los depresivos cuya enfermedad a menudo era confundida por una profunda tristeza. En realidad, uno estaba sumido en un agujero espiritual tan profundo que incluso era incapaz de taparse la cabeza con la proverbial manta, uno de los motivos del elevado número de suicidios la primera vez que los depresivos tomaban medicamentos que aliviaban los síntomas de su enfermedad, pues estos no les devolvían el valor de seguir viviendo pero sí la fuerza de ponerle fin a sus vidas.»
«Venganza. No existe ningún sentimiento más acuciante cuando uno ha sufrido una injusticia. Y ninguno que provoque mayor sensación de culpa tras haberlo experimentado.»
«[…] una persona podía perder la capacidad de diferenciar entre la ficción y la realidad.»
*señales externas de curación espiritual*
«Quería evitar que sufrieras, pero nunca causarte sufrimientos»
“Los mayores delitos se cometen por amor.” —VIKTOR LORENZ
«Lograr un principio razonable suele ser lo más difícil, ya sea una carta, un email, la profesión o la vida real.»
*la peor verdad siempre es mejor que cualquier mentira*
Desde que fue violada en una habitación de hotel, la joven psiquiatra Emma Stein ya no abandona su casa. Había sido la tercera víctima de un psicópata asesino y la única que escapó con vida, aunque sin verle la cara.
Un día el cartero deja un paquete destinado a su vecino, a quién no conoce. Al aceptarlo no imagina que está a punto de comenzar su peor pesadilla…
Un relato sobre la paranoia, el miedo, el trauma, la agorafobia, la desconfianza ante uno mismo…
La atrocidad del trauma, el miedo posterior, la desconfianza que lleva a la paranoia…
El poder que la mente ejerce sobre nuestra realidad; lo que creemos y lo que queremos creer; lo que una mente paranoica no deja de ver… Hasta el punto de creer antes a otras personas que a nosotros mismos, dudar de todo cuanto vemos u oímos… Lo peligroso y vulnerable que es la persona paranoica.
De eso trata este libro. Aterradoramente realista, excelente lectura.
Fitzek se ha convertido definitivamente en mi autor de thriller psicológico (con extra de psicología) favorito.