Las hijas perdidas, Simone St. James

«Se obligó a mirar hacia delante en todo momento. Mirar para atrás sería tentar a la suerte. Estaba segura de que, si solo miraba hacia delante, todo iría bien.»

«A pesar de todo lo que le había ocurrido…, quizá por eso.»

«Y ahí estaba de nuevo, esa maldad, ese demonio que se asomaba a la superficie y tomaba la palabra.»

« […] utilizando la lógica sencilla de alguien cuya vida no se hizo añicos.»

«Era algo que hurgaba en sus heridas y las dejaba en carne viva, cuando los demás ya habían vendado y habían curado las suyas hacía mucho tiempo.»

«Si tomabas la delantera, tenías ganada la mitad de la batalla.»

*el dinero habla*

«Notó que volvían a faltarle las palabras. De nuevo, el vacío. “Aléjate. Simplemente aléjate. No pienses en ello. Solo corre…”»

«Pero ya hacía muchos años que había dejado de mostrar en voz alta su desaprobación, y la había sustituido por una actitud de apatía que significaba que estaba desconectado.»

«Eran duras, como Katie, o impasibles, como Roberta, porque las circunstancias de la vida las habían conducido a serlo.»

*Quid pro quo*

*No hay que dar nada por sentado nunca*

«En ese preciso momento, cayó en la cuenta de que su vida adulta no sería como había pensado.»

*cierto aire de ofendida dignidad*

«Era un soñador brillante, un incansable buscador de la verdad, pero también una persona alborotadora y problemática.»

«Pero era un sueño, por lo que Fiona decidió no tener miedo.»

«El hecho de compartir aquella terrible experiencia, de sacarla de su cabeza y convertirla en palabras, hacía que fuera algo menos horrible, menos… inmenso.»

« […] había mentido. Había mentido sin planteárselo siquiera. Y, si tuviera que volver a hacerlo, volvería a mentir. Sin dudarlo.»

«Si hacían las paces, volvería a hacerle daño. O él le haría daño a ella. Otra vez.»

«Tendría que intentar controlarla, no dejar que esa pesadilla la apartara del camino que conducía adonde realmente quería llegar.»

«Sabía que una de las armas defensivas de Katie era reírse de aquello. De esa manera, aquella traumática experiencia se convertía en algo menos importante y más fácil de manejar.»

« — Si alguien quiere algo con mucha intensidad, lo normal es que termine lográndolo, de la manera que sea.»

«Hay momentos en los que todo cambia, en los que, de la forma más extraña y siniestra posible, el mundo se convierte en una especie de caleidoscopio de esos que se regalan a los niños. En ellos, con el simple movimiento de un trozo de plástico barato, todo adquiere una perspectiva distinta.»

«Oscuridad y silencio. Despertar y dormir. Y después, de nuevo oscuridad y silencio.»

« […] una furia incontenible, ardiente como un hierro al rojo. Un sentimiento que ella misma iba alimentando de tal forma que no cesaría jamás.»

*El mundo se desajustó durante un momento*

«Al parecer, así hablaban las chicas, unas acababan las frases que empezaban las otras. Después de tantos años, terminaban de expresar los pensamientos de sus amigas. Así de bien se conocían.»

«No teníamos más remedio que ser duras. Siempre tuvimos que serlo. O éramos así, o nos hacíamos pedazos.»

*” ¿Y ahora qué?”. Y decidió jugársela.*


 

Vermont, 1950. 
Existe un lugar para muchachas a las que nadie quiere: las que dan problemas, las hijas ilegítimas, las que son más atractivas de lo que les conviene. 
Ese lugar se llama Idlewild Hall. Y en la pequeña localidad en la que se encuentra corren rumores de que está embrujado. 
Cuatro chicas de la escuela, compañeras de habitación, hablan de sus miedos en susurros... Hasta que una de ellas desaparece misteriosamente.

Vermont, 2014. 
A pesar de lo mucho que lo ha intentado, la periodista Fiona Sheridan es incapaz de dejar de analizar una y otra vez los hechos que rodearon la muerte de su hermana mayor. 
Hace veinte años, su cuerpo fue encontrado en un campo lleno de maleza cercano a las ruinas de Idlewild Hall. 
Y a pesar de que el novio de su hermana fue juzgado y encontrado culpable de asesinato, ella no puede quitarse de encima la sospecha de que algo no encaja en el caso.
Al descubrir que Idlewild Hall está siendo restaurado por un benefactor anónimo, decide escribir una historia acerca de ese lugar. 
Sin embargo, durante los trabajos de rehabilitación se producirá un descubrimiento sorprendente que relacionará la muerte de su hermana con secretos del pasado que no deberían salir a la luz...y con una voz que no podrá ser silenciada.




Entretenido, se lee rápido.
Alterna capítulos de 1950 y 2014.
Me ha gustado, aunque el tema “fantasmal” no me termina de encajar (sobre todo al final), como si estuviese un poco metido con calzador. Pero la historia está bastante bien, crímenes sin resolver y uno resuelto pero dudoso.
Tengo curiosidad y leeré más libros de la autora.