La quinta víctima, J.D. Barker (Detective Porter #2)

«No era intimidación exactamente, sino más bien un respeto reverencial.»

«Dos de los instintos más fuertes que hay en la condición humana son el de supervivencia y el miedo.»

«No deberías ignorar nunca a una mujer, Sam. No suele acabar bien.»

«Las personas muy traumatizadas a veces se separan ligeramente de la realidad; ven lo que sucede a su alrededor, más que vivirlo.»

«Quien no tiene nada que perder no tiene miedo ni remordimientos. Actúa sin más.»

*el hastío de la indiferencia*

«Hay veces en que la única diferencia clara entre un interno y un guardia es el lado de las rejas en que da la casualidad que están ese día concreto.»

«El dolor significaba que aún estaba viva.»

«—Qué lejos me parece que queda todo aquello a veces. Y hay otras en que parece que fue ayer. —El tipo de recuerdo determina la distancia aparente en el tiempo.»

«Al recordarlos, el cerebro percibe los momentos felices como actividades recientes. Los recuerdos horribles, sin embargo, se los lleva al fondo del todo, y a veces los olvida o los bloquea por completo. Algún tipo de mecanismo de defensa, supongo; rodearte de lo bueno, poner cierta distancia entre lo malo y tú […].»

«Le daba la sensación de que los niños eran invisibles para el resto del mundo y que se volvían menos transparentes con la edad. De adultos somos plenamente visibles, y empezamos a desvanecernos otra vez al envejecer, hasta que la sociedad ya no nos ve.»

«Le martilleaba el pensamiento en la cabeza, tratando de salir, y le dolía.»

*cachivachisme*

«—Eso es peligroso. —Le da igual. —No debería estar solo. —Es lo que quiere.»

«—El dolor agudiza la claridad mental.»

«—Hay demasiado ruido.»

«Tenemos que filtrar el ruido y concentrarnos en lo que de verdad importa.»

«—Muy pocas cosas en la vida son mejores cuando estás solo.»

«Ellos decían que era mi habitación, y yo aceptaba aquella manera de definirla aunque mi subconsciente me susurraba que tenía más de celda.»

«Suprimir el tiempo me permitía cerrar los ojos sin más y desconectar.»

« […] este tipo de trucos no iba a funcionar conmigo, no mientras yo pudiese suprimir el tiempo, no mientras yo lo utilizase como una oportunidad para analizar mi situación actual, para encontrar una solución, para resolverla.»

«No había derramado una sola lágrima, no tenía sentido. Llorar no habría sido de ayuda ni habría cambiado nada. Habría sido una pérdida de tiempo,y yo no perdía el tiempo.»

«Padre me dijo una vez que las navajas suizas eran de risa, voluminosas y llenas de una cantidad innecesaria de cacharritos inútiles. Un hombre de verdad se las podía arreglar solo con una buena navaja. Cualquier hombre que sentía la necesidad de llevar encima un sacacorchos, unas tijeras y un palillo de dientes metálico era alguien que carecía de recursos.»

«Mirar a esa persona a los ojos sirve de ayuda, intenta acallar el murmullo dentro de tu cabeza.»

«Pasarás los días con una pala, cavando un agujero cada vez más profundo donde esconderte, y todo para terminar descubriendo que los monstruos prefieren la oscuridad y que te seguirán encantados.»

« […] sintió cómo se levantaba un muro, y le entraron ganas de tumbar a aquellas personas y pasar por encima de ellas, pero contó para sí hasta cinco, respiró hondo y forzó una sonrisa.»

«Igual que el tiempo, la ira se podía controlar, se podía embotellas y almacenar, y se podía abrir cuando más la necesitaras.»


 


El FBI ha retirado del caso Anson Bishop (el asesino de El Cuarto Mono) a Porter y su equipo, que pronto se enfrentan a una nueva serie de asesinatos: tras estar desaparecida durante tres semanas, el cuerpo de Ella Reynolds aparece en un estanque del Parque Jackson, aunque el agua hace meses que se heló. Además, lleva la ropa de otra joven desaparecida hace tan sólo dos días.
Porter y su equipo empiezan a reconstruir las pistas de este nuevo caso y, al mismo tiempo, en secreto, Porter sigue el rastro de Anson. Cuando sus superiores lo descubren, Porter queda suspendido de sus funciones mientras Clair y Nash buscan al asesino del lago.
La pista de Anson llevará a Porter desde Chicago hasta Nueva Orleans y a Carolina del Sur. A cada paso que da, Anson parece estar manipulando los acontecimientos, siempre un paso por delante y Porter se da cuenta de que el único lugar más oscuro que la mente de un asesino en serie es la de la madre que le dio la vida.






Hace un pequeño resumen del libro anterior (además, hacia el final comienza a citar textualmente el diario), por lo que se pueden leer espaciados en el tiempo perfectamente.

Se abre un caso diferente, pero también seguimos al tanto del caso del CM.

Vuelve a alternar capítulos sobre la policía, el FBI, las víctimas y el asesino.

En este ya empecé a perderme un poco porque no entendía las razones de los asesinatos, pero es que al final es tan enrevesado que es “imposible” entenderlo antes de leer el final.

Final que no es el final, ya que este libro se “corta” y es el siguiente el que sigue con la historia.

Puedes leer el primero de la trilogía y quedarte ahí si quieres (aunque te quedarías a medias), pero no puedes leer el segundo sin leer el tercero porque literalmente lo “cortan”.