II: David Gurney #2: NO ABRAS LOS OJOS
III: David Gurney #3: Deja en paz al diablo
IV: David Gurney #4: No confíes en Peter Pan
V: David Gurney #5: Controlaré tus sueños
VI: David Gurney #6: Arderás en la tormenta
VII: David Gurney #7: El Ángel Negro
«Ilusiones. El calmante universal.»
«Desde un punto de vista personal, habría preferido no tener ninguna reputación, ninguna imagen con la cual estar a la altura o que desmerecer.»
«[...] había descubierto que ese dolor no se "superaba" (como se decía habitualmente). La verdad era que te arrollaba en oleadas sucesivas: olas separadas por periodos de adormecimiento, periodos de olvido, periodos de vida cotidiana.»
«Las historias que cuenta la gente sobre sí misma parecen retener la posibilidad de ser falsas. En cambio, lo que descubrimos por nosotros mismos nos parece la verdad.»
«Era importante mantener las cosas en perspectiva, recordar que todo acaba pasando. Cualquier onda en el estanque termina por desaparecer.»
«En sus momentos más sombríos le desalentaba la rigidez artrítica de su propia manera de pensar; o en un sentido más profundo, de su manera de ser.»
«"Era demasiado fácil confundir la especulación con perspicacia. Demasiado fácil enamorarse de una conjetura y seguirla al abismo."»
«De vez en cuando, durante breves periodos, Madeleine parecía ver las cosas a través de una lente oscura. Era como si el foco de su visión se desplazara a un lugar yermo y viera en ello un paradigma del paisaje completo. Pero al cabo de poco, su foco se ampliaba de nuevo, su alegría y su pragmatismo regresaban.»
«No obstante, le gustaba pensar que los problemas que Madeleine y él tenían eran simples, o al menos que la comprendía. Para empezar, ocupaban espacios radicalmente diferentes en el gráfico de personalidad de Myers-Briggs. Para comprender algo, él echaba mano de la reflexión; ella, de los sentimientos. Él estaba fascinado por conectar los puntos; ella, por los puntos en sí. A él le daba energía la soledad, le agotaba el compromiso social; y a ella le ocurría lo contrario. Para él, observar solo era una herramienta que permitía obtener un juicio más claro; para ella, juzgar era solo una herramienta para lograr una observación más precisa.»
«No obstante, se dijo como si su mujer estuviera presente, las opciones de blanco o negro no son realistas y conducen a decisiones pésimas, porque por definición excluyen muchas soluciones. Había que buscar un punto medio entre el negro y el blanco.»
«¿Ha visto La lista de Schindler? Hay una escena en la que Schindler trata de convencer al comandante del campo para que perdone la vida a judíos a los cuales normalmente ejecutaría por infracciones menores. Le explica que pudiendo matarlos, teniendo un perfecto derecho a hacerlo, elegir salvarlos como si fuera un dios sería la mayor prueba de su poder sobre ellos.»
«[...] una exposición del poder de la educación sobre la naturaleza.»
«Era como ver una película y estar en ella al mismo tiempo, olvidando luego que era una película, y viviéndola, sintiéndola como una experiencia más real que lo que había sido la vida llamada real.»
«Estaba al mismo tiempo distraído y buscando distracción, sin encontrarla.»
«La música que no lograba reflejar su estado de ánimo le resultaba idiota, mientras que aquella que lo conseguía solo lo hacía sentirse peor.»
«Se sentaron en sociable aislamiento, cada uno bajo la luz de una lámpara distinta.»
«Sabía muy bien que la dilatación no era más que una escapatoria a corto plazo que crea un problema a la larga; que solo ocupa cada vez más espacio de almacenamiento en el cerebro, generando cada vez más malestar. Desde el punto de vista intelectual, no había discusión: sabía que la mayoría del sufrimiento de su vida surgía de evitar el malestar.»
«Ningún hueso se quiebra de manera tan dolorosa como lo hace la ilusión de invulnerabilidad.»
«[...] la única forma en que alguien puede juzgar el apego a algo es por el nivel de dolor que causa su pérdida.»
«"Si los hechos se contradicen entre sí, algunos de ellos no son hechos."»
«En caso de duda, calla.»
«Los peligros que nos generan el máximo terror no son aquellos que se han expresado, sino los que configuran nuestra imaginación. No son las largas diatribas de un hombre airado lo que nos hiela la sangre en las venas, sino la amenaza de una voz plácida.»
«Lo que somos capaces de imaginar es siempre peor que aquello que la realidad sitúa ante nosotros. El mayor temor, de lejos, es el miedo hacia lo que imaginamos que acecha en la oscuridad.»
David Gurney se sentía casi invencible hasta que se topó con el asesino más inteligente con el que jamás había tenido que enfrentarse.
Dave Gurney el protagonista de la primera novela de John Verdon, Sé lo que estás pensando, vuelve para enfrentarse al caso más difícil de su carrera, una batalla con un adversario implacable que no sólo es un inteligente y frío asesino, sino que no tiene reparos en atacar directamente al punto débil de Gurney: su esposa.
Ha pasado un año desde que el ex detective de la policía de Nueva York consiguió atrapar al asesino de los números y, aunque es su intención retirarse definitivamente junto a su esposa Madeleine, un nuevo caso se le presenta de forma imprevista.
Una novia es asesinada de manera brutal durante el banquete de bodas, con cientos de invitados en el jardín y ese es un reto al que es imposible resistirse. Todas las pistas apuntan a un misterioso y perturbado jardinero pero nada encaja: ni el móvil, ni la situación del arma homicida y sobre todo, el cruel modus operandi.
Dejando de lado lo obvio, Gurney empieza a unir los puntos que le descubrirán una compleja red de negocios siniestros y tramas ocultas llevadas por un sádico.
Exceso de descripciones innecesarias (ej.: situación exacta de los muebles de una estancia sin ninguna importancia en la trama)
Un poco como el primero: Gurney se resiste al principio a aceptar el caso, Madeleine se niega y enfada, el resto del equipo de la policía no quiere que esté en el caso, etc. Intuyo que el resto tendrán estos mismos factores, cosa que no me emociona.
PERO el caso es muy retorcido (en el buen sentido) y complicado (no lo resuelves en las primeras páginas, sino que te deja horas meditando sobre el culpable y sus razones). Eso, realmente, es lo que me hará leer el resto de la serie.