EN UN BOSQUE MUY OSCURO, Ruth Ware

«Siempre he sido demasiado orgullosa para admitir mi ignorancia. No me gusta estar en desventaja.»
«Conducir es como el karaoke: cuando lo haces tú es genial, cuando lo hacen los demás es vergonzoso o incluso alarmante.»
«一Sí. Del latín cerrus, cerrum, que significa «encerrado», y que indica que estás para que te encierren.»
 «Simplemente imitaba lo que hacía Clare, en plan borrego, temiendo que ella me dejara atrás.» 
«[...] porque tenía una voluntad demasiado débil para decir que no.»
«Me di cuenta, mientras decía aquellas palabras, de que estaba suplicando, dando excusas, intentando absolverme a mí misma de la culpa por abandonar la fiesta. De alguna manera, darme cuenta de ello me dio fuerzas. Ya no teníamos 16 años. No teníamos que ir todas juntitas, como si nos uniera a todas un cordón umbilical invisible. Habíamos seguido caminos separados y todas habíamos sobrevivido.»

«Dios sabe que yo no quiero tener un bebé, pero cuando ves a la familia feliz de otra persona hay algo que hace que te sientas excluida, aunque no sea esa la idea.»

«Los niños de 5 años pueden ser increíblemente crueles. Dicen cosas que ningún adulto diría, comentarios hirientes sobre tu aspecto, tu familia, cómo hablas y cómo hueles, la ropa que llevas. Si alguien te hablara así en la oficina, lo echarían a la calle por acoso laboral, pero en el colegio es normal.»

«Siempre tengo el instinto de no enseñar nunca mis cartas, no sé por qué. No me gusta nada dar a nadie, aunque sea un buen amigo, el menor poder sobre mí. Siempre he sido una persona muy reservada.»

«Nunca sé qué decir en estas situaciones. Odio que la gente se meta en mis asuntos, así que siempre supongo que los demás sentirán lo mismo. Pero a veces alguien quiere volcarse contigo y entonces puedes parecer un poco fría y rara, apartándote de sus confidencias. Yo intento no juzgar nunca a nadie, no empujarlos a que me cuenten secretos ni repeler confesiones. Y en realidad, aunque no quiero oír sus historias insignificantes de celos y obsesiones extrañas, en parte también quiero incitarlos.» 

«Lo normal sería que la gente procurara no contarle sus intimidades a una escritora. Lo normal sería que supieran que nosotros somos, fundamentalmente, animales carroñeros, que picoteamos los cadáveres de los asuntos muertos y las peleas olvidadas para reciclarlas en nuestro trabajo: creamos reencarnaciones zombies de su yo anterior, recosidas y convertidas en un macabro patchwork de nuestra propia invención.»

 «一La gente no cambia. [...] Simplemente, se vuelven más puntillosos a la hora de ocultar su verdadero yo.» 

«Si hay algo que me duela más que recibir una herida es que alguien vea que me hieren. Siempre he preferido arrastrarme a solas y lamerme las heridas en privado.» 

«El cerebro no recuerda bien. Te cuenta historias. Llena los huecos, e implanta esas fantasías como recuerdos. Tengo que llegar a los hechos. Pero no sé si recordaré lo que ocurrió o lo que "quiero" que haya ocurrido. Soy escritora. Soy mentirosa profesional. Es difícil saber cuándo parar, ¿sabéis? Ves un hueco en la narración y quieres rellenarlo con una razón, un motivo, una explicación verosímil. Y cuanto más lo intento, más se disuelven los hechos entre mis dedos...» 

«Me doy cuenta de que éramos muy jóvenes... apenas poco más que niños, con una crueldad despreocupada de la niñez y la rígida moralidad en blanco y negro, también. No hay grises, cuando eres joven. Solo hay cosas buenas y malas, correctas o incorrectas. Las normas están muy claras, es la moralidad de patio de recreo, con unas líneas éticas pintadas como si fuera una cancha de baloncesto, con las zonas de tiros libres y las de 3 puntos muy bien marcadas.» 

«Pienso en el yo que llevo en mi interior. Interiormente, llevo 10 años teniendo 16.»




Nora es escritora, solitaria e independiente. Un día, recibe un correo de invitación a la despedida de soltera de Clare una antigua amiga del instituto a la que no ve desde hace 10 años.

Por su mente empiezan a pasar preguntas sin respuesta. ¿Por qué ahora? ¿Después de lo que pasó? ¿Por qué yo?

Y es que hace 10 años Nora se fue sin dejar rastro del instituto, dejándolo todo atrás, incluida Clare.

Decide ir para tantear el terreno y calmar su curiosidad.

Llega a una extraña casa de campo de vacaciones en medio de un frondoso bosque a su vez en medio de la nada, con unas personas que no conoce y buscando pistas mientras revuelve sus recuerdos la inminente reunión con su amiga de la infancia.







Desde un principio me enganché, es bastante fácil de leer, te introduce en el mundo de la protagonista tan rápido que sin darte cuenta ya quieres leer y leer para saber qué va a pasar a continuación.

Es de ese tipo de libros que ya en el primer capítulo suelta un misterio, en este caso, algo que pasó hace 10 años, que la hizo cambiar de instituto y alejarse de su vida por completo.

El único "pero" que le puedo encontrar es que tras un argumento uniforme e interesante, la "resolución" viene DE GOLPE, cosa que me sorprendió y me extrañó 一y quizás un poco pronto para mi opinión 一.
Luego, eso sí, termina con las explicaciones de todo.


Pero por lo demás, me ha gustado y me gusta la forma de escribir de la autora.



***Ruth Ware está arrasando en el nuevo campo del "grip lit" o "gripping psychological thrilles literature", que hace referencia a la literatura de suspense psicológico y adictivo cuyas protagonistas son mujeres.

Y debo decir que encaja completamente con los libros que he leído de ella, y me gusta bastante ese tipo de novelas.