«“La fuerza del vampiro reside en que nadie cree en él.” […] Nadie había creído en ellos, ¿y cómo se podía luchar contra algo inverosímil?»
«Y antes de que la ciencia hubiese destruido la leyenda, la leyenda devoraría la ciencia y todo lo demás.»
«¿Tenía alguien más derecho?»
«Apuremos el gastado filo de la sobriedad, pensó.»
«[…] el preso se acostumbra a sus cadenas.»
«¡Con qué rapidez se acepta lo increíble si se ve con frecuencia!»
«Unas tenazas sujetaban el tiempo. Todo se había parado.»
«[…] nacido para ser vampiro y seguir vivo después de muerto.»
«El tiempo había perdido su proyección de pasado y futuro. Había sólo un presente.»
«Es curioso, pensó Neville, justificar ahora lo que ayer parecía necesario.»
«¿Cuánto tarda en morir el pasado?»
«La normalidad es un concepto mayoritario.»
Robert Neville es el único superviviente de una guerra bacteriológica que ha asolado el planeta y convertido al resto de la humanidad en vampiros. Su vida se ha reducido a asesinar el máximo número posible de estos seres sanguinarios durante el día, y a soportar su asedio cada noche. Para ellos, el auténtico monstruo es este hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido.
Todo un clásico en su género, éste es un perturbador relato sobre la soledad y el aislamiento y una reflexión sobre los binomios como normalidad y anormalidad, bien y mal, que se evidencian como una mera convención derivada del temor y el desconcierto ante lo diferente.
Soy gran fan de la película, pero(o por eso) es muy raro ver la historia con vampiros en vez de zombies.
[Vampiros draculescos, con el ajo, las estacas y la luz del sol, lo que lo hace más inverosímil aún.]
Me rechina un poco que la soledad del protagonista dé vueltas sobre la atracción entre hombres y mujeres. Me resulta innecesario y, aun así, cuando Neville observa a las criaturas por la mirilla, cuando aparece la mujer misteriosa, cuando desea tener compañía… Siempre hay alguna frase que desearía que no estuviera.
Ha sido una lectura rara, pero el final trata temas interesantes, lo de «La normalidad es un concepto mayoritario» tiene toda la razón y lo plantea en una situación extrema, lo que lo hace más fácil de entender.